jueves, 4 de diciembre de 2008

LOS PECES ARTIFICIALES

Los peces artificiales son unos señuelos de gran rendimiento, hasta el punto de que, recogido de forma uniforme y mecánica, puede llegar a incitar a las lubinas a perseguirlo, pero realmente, si se usa adecuadamente, creo que puede conseguir más peces de trofeo que ningún otro señuelo artificial.

Para esto, si no lo ha utilizado nunca, debe aprender a utilizarlo, observar su movimiento, ver a que velocidad de recuperación su forma de moverse se asemeja más a la de un pez que vive en las aguas donde pesca, y comprobará que si cambia su velocidad se modificara su forma de nadar. Tiene que encontrar aquello que incite a las lubinas a tomarlo como si fuera una presa real.

Existen peces artificiales en colores, tamaños y tipos suficientes para hacer frente a cualquier situación de pesca; y, en principio podemos dividirlos en tres apartados fundamentales, los flotantes, los suspendidos y los sumergidos. Los primeros flotan en reposo y se hunden, más o menos profundamente, al recogerlos; los segundos se hunden hasta el nivel donde comience a recogerlos, permaneciendo en medias aguas estáticos lo que los convierte en un señuelo realmente innovador, y por ultimo los hundidos que profundizan lo que el pescador quiera.

Las posibilidades de pesca con un señuelo "Rapala", "Yo-Zuri", "Aile Magnet (Duel)", etc. Son tantas que el único limite es el de su imaginación; el número de modelos es tan grande que vamos a tratar de definir los que realmente son indispensables para la pesca de la lubina.

En la casa Rapala se ha revelado como extraordinariamente efectivo el 18 cm. flotante en sus colores S, V y SSH. En la casa Yo-zuri destaca la serie Tobimaru en sus colores C-4 y C-7; por ultimo la casa Duel realza su prestigio con una maravilla de pez llamado Aile Magnet y particularmente el color PCL da grandes resultados.

Actualmente las lubinas se han acostumbrado a ver pasar los señuelos y ya no basta con lanzar y recoger de forma mecánica, es necesario darle vida al señuelo y sobre todo recoger despacio aprovechando las corrientes y contracorrientes para hacerlo trabajar. La recogida debe ser interrumpida de vez en cuando por momentos de parada en esas zonas, para dejar que la corriente lo mueva.

Teniendo en cuenta que en materia de pesca, no existe ningún teorema absoluto ni definitivo, nadie puede asombrarse si decimos que la elección del tipo de pez artificial y sus modalidades de utilización pueden ser totalmente diferentes de un lugar de la costa a otro. Aunque en líneas generales y estas se desprenden del sentido común, los modelos flotantes deben usarse con aguas bajas, en tanto que los sumergidos se utilizarán en aguas profundas; los modelos articulados se reservan para aguas tranquilas pero con corriente, y los modelos pequeños (por debajo de los 11 cm.) se utilizaran en aguas tranquilas.

En lo concerniente al color, no se pueden dar reglas precisas, pues dependen de multitud de factores, la mayor parte de las veces desconocidos, y aunque consideramos que la lubina es capaz de distinguirlos, no sabemos a ciencia cierta cómo lo hace. Mi criterio es utilizar en días claros colores discretos que imiten a pez pasto que ellas estén acostumbradas a comer y atacar (caballas, jureles, sardinillas, lanzones, etc.); los días oscuros así como los amaneceres y anocheceres aconsejan colores vivos y fantasiosos de entre los cuales destacan para mi sobre todos ellos el color amarillo limón así como el color RH (cuerpo blanco y cabeza roja). Pero debemos aclarar que no existen reglas empíricas solamente la experiencia nos puede aportar datos fiables para el uso de uno u otro color. Y sobre toda huya de la rutina, el hecho de que un color o un modelo determinado le haya proporcionado buenas capturas no es una prueba evidente de que sea el único válido; cambie de color de vez en cuando, y si no consigue que las lubinas se dejen engañar por el que está usando, cambie de color y modelo de pez artificial.

La recuperación del señuelo es muy importante, si se pesca desde la costa, se debe lanzar de forma paralela a la orilla y en sentido normal a las olas, por lo que se debe hacer desde cualquier saliente que exista.

Esta recuperación, aprovechando las crestas y los senos de las olas, interrumpida de vez en cuando, es uno de los procedimientos más efectivos cuando las lubinas persiguen a las pequeñas sardinas o a los mújoles o lanzones (utilizaremos peces artificiales de 13 cm. flotantes). En aguas profundas o zonas de acusada pendiente, y si no se ven signos de lubinas cazando en superficie, el uso de peces artificiales sumergidos puede, casi siempre, provocar el ataque de las lubinas.

LAS CUCHARILLAS

Las cucharillas deben su principal atractivo al hecho de que permite lanzamientos muy largos, que, en ciertos momentos, pesca en playa o pesca de robalos lejos de la orilla, constituye una ventaja considerable. La cucharilla es útil para la pesca entre dos aguas y pesca en aguas profundas ya que su peso (entre 25 y 45 gramos las mas utilizadas) las hace muy adecuadas para esta pesca.

Casi todas las cucharillas son fundidas en una aleación de plomo y antimonio y luego se las niquela o se las croma para comunicarles una cierta dureza; después se le colocan dos anillas –llavero con un quitavueltas y un anzuelo triple de tamaño adecuado a la dimensión de las mismas. Las cucharillas más famosas son la Toby de ABU Garcia y la Sea Mepps aunque las cucharillas Evy de Evia y las Toby-Jennsen se revelan extraordinariamente eficaces, sobre todo cuando el mar esta bastante movido.

Los modelos más productivos son los de un peso comprendido entre los 28 y 43 gramos, que permiten lanzamientos largos y una recuperación desigual, pues esta recuperación exige un trabajo constante; como en cualquier otro tipo de pesca dinámica, la atención del pescador debe estar continuamente atenta a la acción de la cucharilla, pues cualquier forma de recuperación mecánica es totalmente improductiva. Es preciso tener en la mente la imagen de la cuchara en el agua y hacerla trabajar de la forma más atrayente posible, y hacerlo hasta el ultimo instante, pues un robalo puede lanzarse sobre la cuchara en el ultimo palmo de agua.

Es muy conveniente conocer perfectamente los fondos donde pescamos, pues sobre fondo de arena o poco accidentado uno de los mejores métodos es dejar descender la cucharilla hasta el mismo y recuperarla a tironcitos.

Los lugares que se deben explorar son todos aquellos cercanos a las rocas que afloran en el agua (que aquí en Galicia se llaman "cabezos"), los remolinos cubiertos de espuma, los canales más profundos que se dibujan en los fondos, los bordes de acantilados y en general todas aquellas zonas donde sospechemos la existencia de lubinas. Y a no ser que se pesque en playa abiertas, tal como contamos antes, es más importante la precisión que la distancia en el lance. Es mucho más productivo pescar a escasos centímetros de un cabezo o situar la cucharilla en un pasillo entre rocas, que tratar de lanzar grandes distancias.

Los colores mas atrayentes suelen ser los plateados y los azules (estos últimos sobre todo en arenales). Hay pescadores que añaden plumas o anguilas de goma y este método es muy eficaz con el mar muy movido.

EL CHIVO

El chivo no es otra cosa que una cucharilla muy pesada ideada por los pescadores gallegos y su utilización es igual que cualquier cucharilla de iguales dimensiones y peso. Sin embargo tiene un par de características propias:

Su construcción es una aleación de plomo que permite malearlo en acción de pesca para que su movimiento sea mas o menos zigzagueante y hacer que brille, raspándole de vez en cuando con una navaja para darle poder de atracción.

Se construyen normalmente en cuatro medidas, numerados del nº1al nº4, con pesos que oscilan entre los 50 gramos del más pequeño a los 124 gramos del más pesado.

Es un señuelo muy eficaz cuando hace muchisimo mar y su uso fuera de las costas gallegas es muy poco conocido. Esta armado con un par de anzuelos simples montados mediante una línea de dacrón a diferente distancia y disimulados con un mechón de pelos de las barbas de un macho de cabra (de ahí su nombre de chivo).

LAS ANGUILAS DE GOMA

La anguila de goma es uno de los señuelos de rendimiento más regular a lo largo de toda una temporada; existen anguilas de goma de diferentes formas, tamaños y colores y casi todas provienen de la goma de los tubos quirúrgicos; comercialmente se las conoce como "escabelas" y se surten en tallas que van desde el nº5 al 6/0 y en multitud de colores de los que destacan los fosforescentes por su efectividad.

Es un señuelo para usar a fondo o a medias aguas, y aunque en alguna ocasión pueden ser atacadas cerca de la superficie, es un hecho que rara vez se produce.

Para su utilización es preciso montar un plomo que nos permita lanzarlas a la distancia conveniente y además moverlas cerca del fondo, y, cuando estos son de arena, arrastrarlas sobre los mismos. En cuanto a su tamaño resulta conveniente usar los modelos pequeños (de 15 mm.) en verano y reservar para el invierno los de 20 mm; en cuanto a colores los blancos suelen ser los mejores pero los colores vivos con aguas turbias se tornan excelentes, esto prueba que en la pesca de la lubina no hay nada absoluto y preciso.

De todas las anguilas de goma las más productivas son sin lugar a dudas las que imitan a la anguila de arena o lanzón que aquí en Galicia llamamos "bolo", los más representativos son:

RED-GILL: Imita al bolo con gran fidelidad, es muy eficaz donde haya lubinas sobre todo en fondos mixtos de arena y algas. Esta construido en plástico flexible y dispone de una especie de reflectores en la cola que lo hacen nadar de forma muy atractiva. El tamaño más pescador suele ser el de 116mm. Y respecto al color los más destacados son los claros, transparentes y fosforescentes los cuales han dado grandes resultados en días nublados y aguas turbias; los colores azules se pueden usar a cualquier nivel y hora del día así como los colores verdes son muy buenos en aguas frías y profundas has los 7 metros.

RAGLOU Y RAGBAR: Imita al lanzón o bolo muy bien y debe utilizarse con un buldo plomado o Bulrag de 30 ó 40 gramos que nos permitirá hacer lances largos al rompiente donde comen las lubinas.

El Ragbar es posiblemente la anguila de goma más productiva de todas debido a su gran versatilidad y a su cabeza plomada que le permite llegar sin problemas a los apostaderos de las lubinas. Lo distribuye la casa Ragot (también el Bulrag y el Raglou) en multitud de colores (8 diferentes) y tamaños, aunque los más adecuados para mí son los de 120 y 140 mm. Para escolleras y playas y los de 160mm. Que pesan 45 gramos para los acantilados y puntales rocosos.

Para lograr resultados espectaculares con estos señuelos, al igual que con cualquier otro señuelo artificial, es preciso hacerlo nadar por los lugares adecuados, conocer los fondos donde se pesca y los posibles puestos, canales o pasos de la lubina y lo más importante, innovar en la recuperación de l señuelo y no parecer un autómata recogiendo sin parar ya que hacer paradas y cambios zigzagueantes de ritmo son factores elementales que darán un cambio radical al pescador que pasara de no conseguir capturas regularmente a pescar abunda

LOS PECES ARTIFICIALES

Los peces artificiales son unos señuelos de gran rendimiento, hasta el punto de que, recogido de forma uniforme y mecánica, puede llegar a incitar a las lubinas a perseguirlo, pero realmente, si se usa adecuadamente, creo que puede conseguir más peces de trofeo que ningún otro señuelo artificial.

Para esto, si no lo ha utilizado nunca, debe aprender a utilizarlo, observar su movimiento, ver a que velocidad de recuperación su forma de moverse se asemeja más a la de un pez que vive en las aguas donde pesca, y comprobará que si cambia su velocidad se modificara su forma de nadar. Tiene que encontrar aquello que incite a las lubinas a tomarlo como si fuera una presa real.

Existen peces artificiales en colores, tamaños y tipos suficientes para hacer frente a cualquier situación de pesca; y, en principio podemos dividirlos en tres apartados fundamentales, los flotantes, los suspendidos y los sumergidos. Los primeros flotan en reposo y se hunden, más o menos profundamente, al recogerlos; los segundos se hunden hasta el nivel donde comience a recogerlos, permaneciendo en medias aguas estáticos lo que los convierte en un señuelo realmente innovador, y por ultimo los hundidos que profundizan lo que el pescador quiera.

Las posibilidades de pesca con un señuelo "Rapala", "Yo-Zuri", "Aile Magnet (Duel)", etc. Son tantas que el único limite es el de su imaginación; el número de modelos es tan grande que vamos a tratar de definir los que realmente son indispensables para la pesca de la lubina.

En la casa Rapala se ha revelado como extraordinariamente efectivo el 18 cm. flotante en sus colores S, V y SSH. En la casa Yo-zuri destaca la serie Tobimaru en sus colores C-4 y C-7; por ultimo la casa Duel realza su prestigio con una maravilla de pez llamado Aile Magnet y particularmente el color PCL da grandes resultados.

Actualmente las lubinas se han acostumbrado a ver pasar los señuelos y ya no basta con lanzar y recoger de forma mecánica, es necesario darle vida al señuelo y sobre todo recoger despacio aprovechando las corrientes y contracorrientes para hacerlo trabajar. La recogida debe ser interrumpida de vez en cuando por momentos de parada en esas zonas, para dejar que la corriente lo mueva.

Teniendo en cuenta que en materia de pesca, no existe ningún teorema absoluto ni definitivo, nadie puede asombrarse si decimos que la elección del tipo de pez artificial y sus modalidades de utilización pueden ser totalmente diferentes de un lugar de la costa a otro. Aunque en líneas generales y estas se desprenden del sentido común, los modelos flotantes deben usarse con aguas bajas, en tanto que los sumergidos se utilizarán en aguas profundas; los modelos articulados se reservan para aguas tranquilas pero con corriente, y los modelos pequeños (por debajo de los 11 cm.) se utilizaran en aguas tranquilas.

En lo concerniente al color, no se pueden dar reglas precisas, pues dependen de multitud de factores, la mayor parte de las veces desconocidos, y aunque consideramos que la lubina es capaz de distinguirlos, no sabemos a ciencia cierta cómo lo hace. Mi criterio es utilizar en días claros colores discretos que imiten a pez pasto que ellas estén acostumbradas a comer y atacar (caballas, jureles, sardinillas, lanzones, etc.); los días oscuros así como los amaneceres y anocheceres aconsejan colores vivos y fantasiosos de entre los cuales destacan para mi sobre todos ellos el color amarillo limón así como el color RH (cuerpo blanco y cabeza roja). Pero debemos aclarar que no existen reglas empíricas solamente la experiencia nos puede aportar datos fiables para el uso de uno u otro color. Y sobre toda huya de la rutina, el hecho de que un color o un modelo determinado le haya proporcionado buenas capturas no es una prueba evidente de que sea el único válido; cambie de color de vez en cuando, y si no consigue que las lubinas se dejen engañar por el que está usando, cambie de color y modelo de pez artificial.

La recuperación del señuelo es muy importante, si se pesca desde la costa, se debe lanzar de forma paralela a la orilla y en sentido normal a las olas, por lo que se debe hacer desde cualquier saliente que exista.

Esta recuperación, aprovechando las crestas y los senos de las olas, interrumpida de vez en cuando, es uno de los procedimientos más efectivos cuando las lubinas persiguen a las pequeñas sardinas o a los mújoles o lanzones (utilizaremos peces artificiales de 13 cm. flotantes). En aguas profundas o zonas de acusada pendiente, y si no se ven signos de lubinas cazando en superficie, el uso de peces artificiales sumergidos puede, casi siempre, provocar el ataque de las lubinas.

LAS CUCHARILLAS

Las cucharillas deben su principal atractivo al hecho de que permite lanzamientos muy largos, que, en ciertos momentos, pesca en playa o pesca de robalos lejos de la orilla, constituye una ventaja considerable. La cucharilla es útil para la pesca entre dos aguas y pesca en aguas profundas ya que su peso (entre 25 y 45 gramos las mas utilizadas) las hace muy adecuadas para esta pesca.

Casi todas las cucharillas son fundidas en una aleación de plomo y antimonio y luego se las niquela o se las croma para comunicarles una cierta dureza; después se le colocan dos anillas –llavero con un quitavueltas y un anzuelo triple de tamaño adecuado a la dimensión de las mismas. Las cucharillas más famosas son la Toby de ABU Garcia y la Sea Mepps aunque las cucharillas Evy de Evia y las Toby-Jennsen se revelan extraordinariamente eficaces, sobre todo cuando el mar esta bastante movido.

Los modelos más productivos son los de un peso comprendido entre los 28 y 43 gramos, que permiten lanzamientos largos y una recuperación desigual, pues esta recuperación exige un trabajo constante; como en cualquier otro tipo de pesca dinámica, la atención del pescador debe estar continuamente atenta a la acción de la cucharilla, pues cualquier forma de recuperación mecánica es totalmente improductiva. Es preciso tener en la mente la imagen de la cuchara en el agua y hacerla trabajar de la forma más atrayente posible, y hacerlo hasta el ultimo instante, pues un robalo puede lanzarse sobre la cuchara en el ultimo palmo de agua.

Es muy conveniente conocer perfectamente los fondos donde pescamos, pues sobre fondo de arena o poco accidentado uno de los mejores métodos es dejar descender la cucharilla hasta el mismo y recuperarla a tironcitos.

Los lugares que se deben explorar son todos aquellos cercanos a las rocas que afloran en el agua (que aquí en Galicia se llaman "cabezos"), los remolinos cubiertos de espuma, los canales más profundos que se dibujan en los fondos, los bordes de acantilados y en general todas aquellas zonas donde sospechemos la existencia de lubinas. Y a no ser que se pesque en playa abiertas, tal como contamos antes, es más importante la precisión que la distancia en el lance. Es mucho más productivo pescar a escasos centímetros de un cabezo o situar la cucharilla en un pasillo entre rocas, que tratar de lanzar grandes distancias.

Los colores mas atrayentes suelen ser los plateados y los azules (estos últimos sobre todo en arenales). Hay pescadores que añaden plumas o anguilas de goma y este método es muy eficaz con el mar muy movido.

EL CHIVO

El chivo no es otra cosa que una cucharilla muy pesada ideada por los pescadores gallegos y su utilización es igual que cualquier cucharilla de iguales dimensiones y peso. Sin embargo tiene un par de características propias:

Su construcción es una aleación de plomo que permite malearlo en acción de pesca para que su movimiento sea mas o menos zigzagueante y hacer que brille, raspándole de vez en cuando con una navaja para darle poder de atracción.

Se construyen normalmente en cuatro medidas, numerados del nº1al nº4, con pesos que oscilan entre los 50 gramos del más pequeño a los 124 gramos del más pesado.

Es un señuelo muy eficaz cuando hace muchisimo mar y su uso fuera de las costas gallegas es muy poco conocido. Esta armado con un par de anzuelos simples montados mediante una línea de dacrón a diferente distancia y disimulados con un mechón de pelos de las barbas de un macho de cabra (de ahí su nombre de chivo).

LAS ANGUILAS DE GOMA

La anguila de goma es uno de los señuelos de rendimiento más regular a lo largo de toda una temporada; existen anguilas de goma de diferentes formas, tamaños y colores y casi todas provienen de la goma de los tubos quirúrgicos; comercialmente se las conoce como "escabelas" y se surten en tallas que van desde el nº5 al 6/0 y en multitud de colores de los que destacan los fosforescentes por su efectividad.

Es un señuelo para usar a fondo o a medias aguas, y aunque en alguna ocasión pueden ser atacadas cerca de la superficie, es un hecho que rara vez se produce.

Para su utilización es preciso montar un plomo que nos permita lanzarlas a la distancia conveniente y además moverlas cerca del fondo, y, cuando estos son de arena, arrastrarlas sobre los mismos. En cuanto a su tamaño resulta conveniente usar los modelos pequeños (de 15 mm.) en verano y reservar para el invierno los de 20 mm; en cuanto a colores los blancos suelen ser los mejores pero los colores vivos con aguas turbias se tornan excelentes, esto prueba que en la pesca de la lubina no hay nada absoluto y preciso.

De todas las anguilas de goma las más productivas son sin lugar a dudas las que imitan a la anguila de arena o lanzón que aquí en Galicia llamamos "bolo", los más representativos son:

RED-GILL: Imita al bolo con gran fidelidad, es muy eficaz donde haya lubinas sobre todo en fondos mixtos de arena y algas. Esta construido en plástico flexible y dispone de una especie de reflectores en la cola que lo hacen nadar de forma muy atractiva. El tamaño más pescador suele ser el de 116mm. Y respecto al color los más destacados son los claros, transparentes y fosforescentes los cuales han dado grandes resultados en días nublados y aguas turbias; los colores azules se pueden usar a cualquier nivel y hora del día así como los colores verdes son muy buenos en aguas frías y profundas has los 7 metros.

RAGLOU Y RAGBAR: Imita al lanzón o bolo muy bien y debe utilizarse con un buldo plomado o Bulrag de 30 ó 40 gramos que nos permitirá hacer lances largos al rompiente donde comen las lubinas.

El Ragbar es posiblemente la anguila de goma más productiva de todas debido a su gran versatilidad y a su cabeza plomada que le permite llegar sin problemas a los apostaderos de las lubinas. Lo distribuye la casa Ragot (también el Bulrag y el Raglou) en multitud de colores (8 diferentes) y tamaños, aunque los más adecuados para mí son los de 120 y 140 mm. Para escolleras y playas y los de 160mm. Que pesan 45 gramos para los acantilados y puntales rocosos.

Para lograr resultados espectaculares con estos señuelos, al igual que con cualquier otro señuelo artificial, es preciso hacerlo nadar por los lugares adecuados, conocer los fondos donde se pesca y los posibles puestos, canales o pasos de la lubina y lo más importante, innovar en la recuperación de l señuelo y no parecer un autómata recogiendo sin parar ya que hacer paradas y cambios zigzagueantes de ritmo son factores elementales que darán un cambio radical al pescador que pasara de no conseguir capturas regularmente a pescar abundantemente.

RIOMAR

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